Kike Figaredo, «Asturiano Universal» por los Centros Asturianos y Casas de Asturias de la Comunidad de Madrid

En el Centro Asturiano de Madrid, Casa anfitriona, se realizó un emotivo homenaje en el que Kike Figaredo, sacerdote jesuita y prefecto apostólico de Battambang (Camboya), recibió el título de «Asturiano Universal» en reconocimiento a su destacada labor humanitaria y su compromiso con la dignidad y los derechos humanos. Este evento, organizado por los Centros Asturianos y Casas de Asturias de la Comunidad de Madrid, celebró la dedicación de Figaredo a los más vulnerables en Camboya, especialmente a las víctimas de minas terrestres y personas con discapacidad.

Santiago Menéndez Menéndez, amigo de Figaredo desde la infancia y exdirector de la Agencia Tributaria, fue el encargado de presentar al homenajeado. En su discurso, Menéndez destacó la generosidad, el compromiso y la resiliencia de Figaredo, valores que ambos comparten y que definen su vínculo de amistad desde la niñez en Gijón. Menéndez elogió especialmente la dedicación de Figaredo en Camboya, donde ha construido centros de rehabilitación y educación, y ofrece un futuro a miles de personas afectadas por la guerra.

El acto simbolizó la unión de los valores asturianos de solidaridad y empatía con la labor humanitaria global de Figaredo, y se recordó a las víctimas de la reciente DANA en España. Esta referencia destacó el paralelismo entre el compromiso de Figaredo con las crisis humanitarias y la necesidad de unidad y apoyo en momentos difíciles.

Conocido como «el obispo de las sillas de ruedas,» Figaredo ha dedicado décadas a la integración y rehabilitación de personas con discapacidad en Camboya, y fomenta la inclusión y el respeto a la dignidad humana. Su trayectoria ha sido reconocida internacionalmente, y su ejemplo de entrega y empatía representa el espíritu asturiano en el mundo.

Al recibir el título de «Asturiano Universal,» Figaredo expresó su agradecimiento, señaló la importancia de la solidaridad y el compromiso en la construcción de una sociedad más justa. Este homenaje refuerza el orgullo y la admiración de los asturianos por una figura que ha llevado su legado de valores más allá de las fronteras, inspirando a generaciones presentes y futuras. Se concluyó el acto con el Himno de Asturias.